
Muchos profesionales hoy en día quieren crear una marca personal. Desde médicos, abogados, policías, diseñadores, programadores, modelos; o sea, todo el mundo quiere tener una marca personal, pero:
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¿Existe un manual para crear una marca personal?
La respuesta es NO,
La creación de una marca personal es a través de tus experiencias, de tus intentos, del aprendizaje constante y de los errores cometidos que te ayudarán a construir una marca personal fuerte y que deje una huella en el mundo.
Todos nosotros tenemos recuerdos y momentos del pasado que nos han marcado y nos dolió y nos puede seguir doliendo, hay ocasiones en que esos momentos queremos eliminarlos, borrarlos y tacharlos de nuestras vidas.
Pero no es fácil y hay ocasiones en las que esos errores no los podemos olvidar aunque intentemos, podemos aceptar, aprender y buscar el lado positivo (ser resilientes) y entender que al final somos seres humanos perfectivos.
Porque cada día mostramos una mejor versión de nosotros mismos, todos los errores que cometimos nos ayudan a ser más fuertes, y que cada vez que caemos nos levantamos con más fuerza.
Cuando el tiempo va pasando vamos a ir mejorando nuestras destrezas, porque sabemos que no vamos a equivocarnos nuevamente, hay ocasiones en las que es necesario mirar a nuestro pasado, para esforzarnos más en el presente y aspirar más de nuestro futuro.
Si de verdad quieres dar el primer paso en tu marca personal, te invito a leer el artículo de MEFI, para analizar internamente nuestra capacidad.
Cosas que nos ayudaron a mejorar son:
Familia
Gracias a nuestros padres entendimos el amor incondicional y el apoyo constante en nuestros proyectos y sueños.
Competir y discutir con nuestros hermanos, nos hizo entender que a través de las discusiones y competencias se pueden crear grandes y verdaderas amistades.
Ser independientes, nos ayuda a desarrollar la capacidad de cuidarnos y protegernos a nosotros mismos.
Educación
Si los profesores no fueran exigentes con nosotros, no nos fuéramos dado cuenta de nuestra capacidad y de ser cada vez mejores.
Salir tarde del trabajo y darnos cuenta que nos sentimos vacíos, nos ayuda a reflexionar la importancia de pasar tiempo con nuestros verdaderos amigos, familiares y seres queridos.
Después de nuestra graduación pensamos que todo iba a ser más fácil por tener un papel en la pared, pero nos dimos cuenta que es el primer paso del mundo laboral.
Trabajo
Gracias a nuestro jefe exigente, que nos exprimían hasta hacernos llorar de la rabia e impotencia, no fuéramos sacado lo mejor de nosotros profesionalmente.
Sin nuestros buenos compañeros no fuéramos entendido el significado del trabajo en equipo, pero gracias a nuestros compañeros tóxicos no fuéramos desarrollado el instinto de supervivencia y de luchar por nuestros ideales.
Nuestra primera renuncia, nos hizo dar cuenta que nuestro orgullo, dignidad y valor está por encima de un puesto de trabajo.
Ampliar nuestra mente
Al convivir con diferentes nacionalidades, idiomas, creencias, culturas y religiones; entendemos la gran diversidad en el mundo.
Trabajamos duro para demostrar lo que podemos alcanzar.
Primera caída
Si no fuéramos fracasado en nuestros emprendimientos, no fuéramos conscientes de nuestra capacidad y lo que debemos trabajar si queremos triunfar y alcanzar nuestros éxitos.
Sin haber caído cientos y miles de veces, no sabríamos lo importante que es levantarnos y volver a comenzar.
Sin afrontar nuestro mayor miedo, no hubiéramos entendido que los miedos existen porque nosotros los permitimos.
Gracias a los momentos en los que sentíamos que estábamos solos y tuvimos que buscar compañía desde dentro de nosotros.
La lista continúa
Y la lista continúa creciendo, cada día que avanzamos.
Es verdad que todos nosotros somos diferentes pero de algo estoy segura, a todos nos costó llegar a donde estamos, nada es casualidad, todo pasa para enseñarnos una lección, y cada error cometido nos ha ayudado a moldear y creer en nosotros mismos, hoy en día no tenemos miedo de fracasar sino de no intentar.
Perdemos experiencias y momentos de nuestra vida, si no hacemos algo para cambiarlo.
Cada vez que fallamos, nos ayudó a crecer y florecer nuestro talento, habilidades y demostrar lo fuerte que podemos llegar a ser.
Yo no cambiaría por nada del mundo cada error que viví.
Por supuesto todavía lamento mucho algunos errores en los que llegué a perder un amigo, un trabajo, un posible negocio y una oportunidad de crecer.
Pero si trabajamos todos los días, podemos conseguir oportunidades más grandes de las que perdimos y la razón de ello es que aprendimos que un error nos pasa a todos.
El peor error que nos puede pasar es que pensamos que somos perfectos y que nuestra palabra está por encima de los demás y no es así.
Todos estos errores nos ayudan a mostrar la esencia de nuestra marca personal y ese es el sentimiento que queremos plasmar en este mundo, sin miedo a fracasar pero con miedo de no intentar.